jueves, 22 de julio de 2010

XV AÑOS DE PRIMAVERA ACADÉMICA

Considero que estaría inconclusa mi pasión de escribir mis pasiones, si no hago alusión al XV aniversario de la Jornada Matutina de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Tricentenaria, Autónoma y Nacional Universidad de San Carlos de Guatemala. Quiero reencontrarme no con el egresado, profesional o profesor, quiero recordar a Luis Cáceres, al güicho que tanto gozó, se esforzó y sus lágrimas derramó en esos espacios de libertad llamadas aulas universitarias.

Claramente me recuerdo de esa mañana, en esa madrugada de mediados de enero de 1995, las inscripciones de la Universidad se daban en la Escuela de Formación de Profesores de Enseñanza Media (EFPEM), en esos salones y aulas que nos remontan a la clásica trinchera revolucionaria de fines de los ´70 e inicios de los ´80.

Días antes en un lugar bohemio de mi colonia en la venta de papas y chelas del "Ivo", con mis mejores amigos de la colonia, recuerdo muy bien a uno de ellos, el hoy Doctor Oliver Varela me enseñó una publicación que había salido en la prensa sobre la apertura de la jornada matutina en la Facultad, para curiosidad de muchos decía "cupo limitado". Mi amigo me dijo, en la mañana se aprovechan más las clases, era que te metieras. Mi hermano Jorge e Igor, que querían entrar en Ciencias Económicas, me sugerían ir a la tarde, "iba a ver más chingadera" como decimos en guate.

Pero retorno, ese día alrededor de las 9.00 am en EFPEM, no recuerdo quien o quienes llegaron, talvez eran de la Asociación, anunciaron que se podían hacer entrevistas en el S-2 para quienes quisieran estudiar en la mañana. Con cierta imprecisión nos dijeron que el cupo iba a ser para 100 personas, pues estaban buscando buenos estudiantes para iniciar un nuevo proyecto en la Facultad. Imagínense empezamos posiblemente como un proyecto y hoy somos toda una "institución académica" per se.

Al llegar al S-2, en esas famosas banquetas y árboles que lo rodean, donde acostumbramos a esperar a los profesores, las novias o los amigos, había otra gran cola. Creo que como augurio convergimos ese día un grupo de chicos extrovertidos, la mayoría con ganas de estudiar y prepararse bien. Recuerdo claramente a Fernando Sánchez, quien pronosticando su liderazgo estudiantil empezo a organizar a los estudiantes para dirigirnos con orden a la entrevista; otra compañera que se distinguía por su carácter fuerte también intervinó abruptamente. Yo iba con Rony Aguilar y con él esperamos pacientemente, posiblemente yo quería dar mi imagen de egresado salesiano, todavía cada uno de nosotros llegamos con el orgullo del colegio, instituto o localidad de donde habíamos dejado los zapatos de chirices adolescentes. Miraba que habían unas compañeras muy bonitas, nunca imaginé que con muchas de ellas nos iba unir una historia de universidad y profesión.

Entre en la coordinación de la jornada, no habían divisiones ni computadoras, unos sofás anaranjados eran parte de la parca estética; sólo unos escritorios con dos profesores al fondo. Cada uno con sus lentes y postura seria, ellos eran el licenciado Rafael Godínez y el licenciado Francisco Flores. Me entrevistó el licenciado Flores, Decano de la época. Me hizo preguntas generales de mi formación y recuerdo que me preguntó si tenía algún familiar abogado, con orgullo recalqué a mi abuelo, Jorge Cáceres Soberanis, quien fuera líder revolucionario, profesor ilustre y progresista de la Facultad. Luego de la entrevista, se aceptó mi ingreso.

Con entusiasmo llegué a esta manifestación de la academia, la jornada matutina. Me recuerdo con gran entusiasmo a mis primeros compañeros de grupo de estudio, Ana María, Karla, Sandra, Yasmín, Gaby, Fernando y Rony; luego Nelly, Ivanova, Wendy, Carlos, Mauricio y todos con quienes compartimos días y noches de esfuerzo y disciplina. Con gusto disfrutamos las primeras clases científicas-sociales y profundas de Edna González y Rosario Gil. Con muchos de mis compañeros de I Promoción admiramos esa formación histórica materialista que nos impregnaron. Es algo que a pesar de los cambios del pensamiento mundial nos ha servido como herramienta básica para la comprensión de la fenomenología social.

Aunado a las clases vino el primer amor, la primer obra de teatro, la primer revista, el primer festival cultural el 22 de mayo en honor del día del estudiante universitario, el viaje al Festival Internacional de la Juventud en La Habana Cuba, todos con el apoyo inquebrantable de nuestro coordinador, maestro, nuestro gurú o xamán Rafael Godínez.

Pero la academia e incidencia universitaria iniciaba, nuestra labor critica se consolidó con la llegada del Dr. Fernando Velásquez, en las clases de Lógica Jurídica, Teoría del Estado y Filosofía Política, con los cursos de Derecho Público del licenciado Rafael Godínez. La conquista del concepto de los de la "mañana" se empezo a dar luego de incursionar -con el apoyo de la licenciada Brenda Quiñones- en las universidades privadas, donde destacamos como gente pensante y propositiva. En la misma cuna de la Universidad Francisco Marroquín, la "marro", unos apocalípticos como nos llamó el Dr. Velásquez llegamos a debatir las ideas apologistas del liberalismo económico. Eso fue como una primera luz de eso que crecía con éxito y hacia eco en todas las universidades del país, la "jornada de la mañana de Derecho".

Las demás promociones vinieron con el mismo entusiasmo, siguiendo y mejorando el camino trazado, con los alti bajos que probablemente pasamos en la U. A los citados profesores se agregaron otros también de gran valor, Ricardo Alvarado, Carlos Larios, Otto García, Iván Romero, Ovidio Parra Vela, y todos con quienes cada uno de nosotros hemos tenido una experiencia valuable desde la academia.

Es gratulante saber que en la actualidad muchos de los estudiantes previo al grado hacen estudios especializados dentro y fuera de Guatemala; es grato saber de egresados de la jornada matutina estudiando sus post-grados en la San Carlos, Universidades Privadas del país, en Malta, Suiza, Japón, Corea del Sur, España, Chile, México, Estados Unidos, y en la mayoría de casos con felicitaciones y méritos académicos, como paso con Carol Quiroz y Lester Ortega, entre otros; otros egresados que ocupan puestos de alto nivel directivo en bufetes competitivos, bancos y aseguradoras, empresas privadas, funcionarios públicos, como profesores de grado y post-grado, la mayoría de ellos con un promedio de 27 a 32 años.

Definitivamente compañeros, no somos ni fuimos un proyecto, no somos un colegio, no somos un horario para estudiar, la jornada matutina de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos, se ha constituido en un espacio inmanente de academia, incidencia y formación que trasciende en las universidades y sociedad guatemalteca.

Finalmente, sabemos que en las grandes cosas existen grandes personas, por eso en este quince aniversario de primavera académica queremos darle gracias especiales a nuestro MAESTRO RAFAEL GODÍNEZ y a todos los alumnos y alumnas, profesores que con sus virtudes y valores han hecho de la jornada matutina de la Facultad de Derecho una INSTITUCIÓN ACADÉMICA PER SE.

Muchas gracias¡¡

martes, 20 de julio de 2010

OCULTISMO

Quería ser lo que ya no existe;
en un jardín asediado por la guerra
siempre nacen nuevas flores y frutos,
despierta la humanidad.

Aparece un amanecer furtivo,
el canto de los ríos y
el destello de la melancolía.

Solo el anhelo y la esperanza
quedan en estos días,
inertes, conmovidos
por mentes asesinas y espurias.

Sólo el amor vencerá el futuro
sólo el amor hace grande las cosas,
sólo el amor puede derrotar
estas noches de angustia,
soledad y ocultismo.