jueves, 6 de mayo de 2010

CONTRADICCIONES DEL CAPITALISMO GLOBAL

En un estudio realizado por W. Robinson, sobre las contradicciones del capitalismo global y el futuro de la sociedad global, resalta la coyuntura acontecida a principios de la década de los ’90, derivado de las crisis del bloque socialista ante la caída de la URSS y los países de Europa del Este. El precitado analista Fukuyama declaró el “fin de la historia” y que la sociedad humana había alcanzado su punto más alto con el capitalismo liberal; sin embargo, aunque no determinó el propio fin de la Historia, se dio a entender con su afirmación, que el sistema capitalista se había impuesto de forma perenne.

No era en sí un fin de la Historia, era un nuevo acomodamiento de las condiciones históricas, que luego, empezaron a variar. La sobreproducción y el sub-consumo, como categorías propias de los períodos de auge capitalista se hicieron sentir. Provocaron el aumento de la brecha de la desigualdad y una burbuja en los sistemas financieros en países como Brasil, México, Argentina, el sudeste asiático, últimamente EUA.

Otra de las dimensiones que se explican, es la variación de la lucha de clases y naciones. Se describe la polarización entre actores, que no descansa solamente en el escenario local. Cada vez son más los movimientos anti-globalización que se han desencadenado, sobre todo, a partir de los eventos de Seattle en 1999. Los antagonismos entre naciones capitalistas se subrogan por los de las TNS.

Las mismas Naciones Unidas (UN) y los organismos internacionales recetarios de las políticas del Consenso de Washington han variado sus criterios. El ex Presidente Clinton y el anterior de UN, Kofi Annan, abogaron finalmente por una “globalización con cara humana”. Muchos economistas y líderes del propio BM y FMI, vieron la necesidad de establecer sistemas regulatorios financieros y la intervención del Estado para proteger situaciones vulnerables: Ambiente, derecho laboral, seguridad social, etc.

Joseph Stiglitz, antiguo funcionario del BM y Premio Nobel de Economía (2001) ha planteado algunas lecciones derivadas de la crisis del capital: el mercado global no se autocorrige y que la desregulación y el crecimiento incontrolados pueden socavar el sistema como tal.

Otro aspecto interesante, es el concepto de hegemonía, considerado –desde Gramci- como el elemento de dominación de la sociedad capitalista, para asegurar su estabilidad y el orden en una sociedad global (control social - Estado gendarme).

Ante esto, aparecen posiciones más renovadas de izquierda, Dos Santos y Gunder Frank, quienes hacen crítica de los modelos convencionales de desarrollo y plantean básicamente que el subdesarrollo es una condición creada por la ruptura en la continuidad de las etapas del feudalismo al capitalismo, en razón de la invasión colonial por los países industrializados hacia los considerados subdesarrollados.

Guatemala adoptó las políticas de austeridad y desincorporación de bienes públicos a mediados de los años ´90. Los resultados fueron los mismos: Aumento de la desigualdad, acumulación de capital privado, formación de monopolios y oligopolios en sectores claves de la economía (telecomunicaciones, hidrocarburos, energía) y ningún incremento de los índices de desarrollo humano, durante el período de adaptación al modelo.