lunes, 8 de octubre de 2007

LA IDEOLOGÍA COMO SISTEMA CULTURAL

El tópico descrito ha tomado interés para las ciencias sociales, sobre todo, después de la categorización universal expuesta por algunos pensadores e intelectuales del liberalismo económico, acerca del "fin de las ideologías" en la época global. Pero para desmitificar dicha afirmación, se puede partir de la siguiente premisa, el sistema cultural está determinado por sus aspectos ideológicos. Pero ésto también dificulta llegar a generalizaciones ideológicas, si partimos de los aspectos subjetivos que influyen en el pensamiento individual y colectivo.

Existen varias aristas acerca de qué se entiende por ideología: Un cúmulo de representaciones imaginarias acerca de la realidad (Marta Hanecker); un sistema de ideas que reflejan y disfrazan más o menos una realidad económica básica, son “mistificaciones” de esa realidad , al menos mientras no se ha desenmascarado su origen (Engels); un aspecto más de la superestructura de dominación de una clase sobre otra (Marx); una concepción evaluativa de la ideología (análisis sociológico); Wernet Stark nos informa “el pensamiento ideológico… es sospechoso, dudoso, algo que deberíamos superar y expulsar de nuestra mente”.

La ideología puede verse en su aspecto micro como ese conjunto de ideas o interpretaciones del individuo acerca de cómo él interpreta la realidad, acercándonos con lo dicho, a lo descrito por Berkeley: razón es igual a percepción. O, como lo sostiene en su análisis fenomenológico Hussley, el hombre debe abrir sus puertas a la percepción, como una forma de emancipación.

Sin embargo, el sistema cultural puede ser determinante para la consolidación de una ideología. Este sería el aspecto macro. En los espacios comunitarios, las costumbres y prácticas sociales determinan ideas, percepciones de sus miembros acerca de la realidad que observan, premisas que se vuelven vinculantes e inviolables por ellos. Dentro de una concepción eminentemente política, la superestructura estatal influye y puede influir radicalmente en un sistema cultural y de ideas determinado. Ejemplo de esto hay varios:
a) El poder eclesiástico, que ejerció su fuerza a través del miedo al pecado, a la contraposición de sus dogmas y su influencia represiva hacia los individuos, intimidándolos con la inminencia de un mundo aciago para los inicuos;
b) El poder económico, que aliena e ideologiza a las personas en razón de la ausencia o abstinencia de aquellos bienes o cosas que no pueden poseer (dictadura del capital), y que se presentan en el mercado como algo sustancial, cayendo los sujetos en meros consumidores de un sistema de cosas (bienes de lujo, accesorios, promoción de la abundancia, el placer, etc.) que incluso puede ser perjudicial para su misma subsistencia;
c) El poder estatal absolutista o autoritario, que impone un único modo de pensar y de expresión, apoyándose en ciertas reglas o parámetros considerados como únicos e irrefutables, como la visión xenofóbica de los nazis, el modelo represivo y nacionalista del fascismo, la percepción totalitaria del Estado como único regente de la vida humana, en el socialismo, entre otras formas, en donde el aspecto ideológico es determinante para la permanencia del sistema político, y en el cual, toda la institucionalidad (sobre todo en su aspecto superestructural, educativo y militar) debe acogerse al sistema de ideas imperante.

Pero observemos dos corrientes que nos dan una explicación y conocimiento de qué debe entenderse o en qué consiste la ideología: a) el materialismo histórico, y b) la concepción sociológica contemporánea.

a) El materialismo histórico como corriente filosófica y política, establece la existencia de tres niveles que interactúan en la vida en sociedad y en el Estado: el nivel económico, el jurídico – político y el ideológico.

En el nivel económico, o base social, se desarrollan las relaciones sociales de producción, las cuales, dependen de los modos en que se da la producción, distribución e intercambio. En la corriente filosófica descrita, se explica que el nivel económico determina el aparato político, jurídico e ideológico del Estado, el cual reproduce y justifica la existencia de relaciones económicas de explotación y desigualdad, o, en su caso, de justicia y equidad social.

El determinismo económico que se desarrolló a través del materialismo histórico, sirve como categoría científica para desentrañar que toda producción normativa que se traduce luego en praxis política está revestida, en última instancia y de forma esencial, de los intereses económicos y políticos que se manifiestan en las relaciones de poder, es así como se justifica, por ejemplo, que se debata acerca del rol mínimo del Estado para intervenir en las relaciones económico sociales (esquema neoliberal), o que, por el contrario, se argumente que el Estado debe dirigir el sistema económico y ejercer un papel importante para distribuir los ingresos y la producción nacional (Estado paternalista o benefactor). El Derecho, constituye una herramienta útil en la definición de las políticas económicas y orientaciones filosóficas de los actuales Estados modernos, es por ello que no se puede apartar la norma jurídica de los hechos económicos y políticos, que le sirven de fundamento y esencia.


Los hechos o acontecimientos sociales, es decir el ámbito fáctico y objetivo sobre el cual el Derecho y el Estado se va gestando y desenvolviendo, están a su vez influidos por la ideología predominante en una sociedad en un momento histórico determinado, y en este apartado debemos detenernos. Los aspectos ideológicos representan los elementos imaginarios sobre los cuales los hombres asientan sus hábitos, costumbres, tendencias de comportamiento y que sirven para establecer las conductas permisivas y prohibitivas que debe precisar el Derecho. La ideología es explicada por Marta Harnecker –citada por Raúl Castillo - así: “las ideologías no son representaciones objetivas, científicas del mundo, sino representaciones llenas de elementos imaginarios; más que describir una realidad, expresan deseos, esperanzas, nostalgias. Las ideologías pueden tener elementos de conocimiento, pero en ellas predominan los elementos que tienen una función de adaptación a la realidad. Los hombres viven sus relaciones con el mundo dentro de la ideología. Es ella la que forma su conciencia y sus actitudes y conductas para adecuarlas a sus tareas y a sus condiciones de existencia”.

Marx diría sintéticamente, que el ser social determina la conciencia social. No es la conciencia (Bewusstsein) de los hombres la que determina su existencia (sein), sino, por el contrario, su existencia social es la que determina su conciencia .

Verbigracia, el Derecho como fenómeno social está influido directamente por la ideología, la cual se da en dos niveles: primero en forma difusa, más que todo arraigada en las costumbres (vgr. el otorgamiento de dotes para llevar a cabo el matrimonio); y el segundo nivel, en donde la ideología se manifiesta de forma reflexiva y sistemática, que se da en la legislación, al darle vida a cuerpos legales con carácter de derecho positivo, y éste es el nivel importante, pues es el que incorpora muchas veces las costumbres, tendencias sociales, fundamentos morales, etc., los que son normados comúnmente en concordancia con los intereses de los grupos de poder político y económico de la sociedad.

b) Concepción sociológica contemporánea. Para ésta la ideología constituye una concepción evaluativa, es un hecho demostrado que el estudio de la ideología versa sobre un modo de pensamiento que está entregado a su propio curso.

Stark sostiene que todas las formas de pensamiento están socialmente condicionadas por su misma naturaleza, pero que la ideología presenta además la desdichada condición de estar psicológicamente “deformada” (torcida, contaminada, falsificada, anublada, desfigurada) por la presión de emociones personales como el odio, el deseo, la ansiedad o el miedo. La sociología epistemológica trata del elemento social en la búsqueda y percepción de la verdad, y de su inevitable confinamiento en una u otra perspectiva existencial. Pero el estudio de la ideología se refiere a lo siguiente:

Las ideas y las creencias, pueden ser referidas a la realidad de dos maneras: o bien a los hechos de la realidad, o bien a los empeños a que da nacimiento esa realidad o mejor dicho la reacción contra esa realidad.

Edward Shils traza una pintura de la “visión ideológica”, en la que aparece “una variedad de formas, cada una de las cuales alega ser única”, como el fascismo italiano, el nacionalismo alemán, el bolchevismo, el comunismo francés e italiano. Esta visión rodeó e invadió la vida pública de los países occidentales durantes los siglos XIX y XX, y amenazó con lograr el dominio universal. Fundamentalmente consiste en el supuesto de que la política debería manejarse desde el punto de vista de una serie coherente y comprensiva de creencias que deben imponerse a toda otra consideración. En opinión de Talcott Parsons el problema de la ideología surge cuando hay una discrepancia entre lo que se cree y lo que puede establecerse científicamente como correcto. Y en ello, estriba un problema fundamental: lo que se entiende como científicamente correcto está determinado por una posición ideológica u ontológica específica.

Reflexiones finales
1. La ideología puede evaluarse desde una arista individual, concerniente a la apreciación de toda persona de su realidad: sus ideas, interpretaciones, elementos imaginarios o de conciencia;
2. La ideología en un nivel macro, puede entenderse como un estándar de valores políticos y sociales, que va conformando un sistema cultural propio, aceptado por el grupo social o impuesto a través de un sistema político imperante;
3. Para la corriente materialista, la ideología se manifiesta como un cúmulo de interpretaciones o mistificaciones falsas acerca de la realidad, impuesta por una clase dominante, determinadas por las circunstancias materiales del individuo, que hacen muchas veces que éste se aliene y se encuentre desprovisto de su conciencia de clase;
4. En la ciencia social contemporánea, la ideología está referida a una concepción enteramente evaluativa, constituye un sistema ordenado de símbolos culturales, vistos desde un espectro individual o colectivo, o ambos en forma complementaria.

MSc. Luis Ernesto Cáceres Rodríguez
Abogado y Notario
Maestro en Derecho Constitucional

2 comentarios:

Aldo Bonilla dijo...

Estimado Luis:

La ideología, en tanto, cúmulo de concepciones acerca de la realidad es cambiante como el universo, no podemos decir que es más o menos o que es mejor o peor, simplemente cambia hacia donde el individuo continúa identificándose como parte de;

Concuerdo que la Ideología a nivel macro es un estándar impuesto o conformado de valores políticos y sociales pero se refleja como la suma de individuos que forman una comunidad y su realidad del momento.

No estoy de acuerdo con tu comentario No 3, creo que para la corriente materialista el termino ideología (cuando se habla del otro extremo) es medio de dominación.

Me gustaría mucho que dejaras el ámbito académio teórico y nos ayudaras a establecer ideas sobre nuesta realidad desde tus puntos de vista, Guatemala necesita pensadores que hagan que sus ideas se pongan en práctica, no solo se debatan.

Saludos

HEMC dijo...

Luis, con un atento saludo y mis mejores deseos, le agradezco esta nueva entrega de sus reflexiones, lo felicito, Estuardo Meneses C