martes, 11 de septiembre de 2007

Parte II

Continúas con tú soledad....

Y el deseo de estar sólo llegó. Ahora la vacilación es cuando se marchará. El egocentrismo sepultó los deseos más sinceros y loables con aquellos que siempre tendieron una mano para apoyar aquél intrépido, travieso, juguetón, triste, bohemio, curioso, inquieto.

Pensó en su sepultura y logró la misma con sus congéneres. De ella si va a aprender, sobre todo para valorar lo que ha tenido aún en su corta existencia. Seguirán los obstáculos. La fortaleza sigue ausente. Cuando va a venir ese corazón y espíritu fuerte que lo hacía navegar incansablemente. Que lo hacía coquetear en un mundo de pasiones y delirios.

La soledad solía acompañarlo, pero siempre existió una persona dispuesta a hacerle compañía. Existen muchas personas haciéndolo ahora mismo, pero no encuentra ese paralelismo que tanto preconiza.

No se si la inexistencia ha sido real o fue un azar el cual ineludiblemente iba a rozar, sin darse cuenta de lo profundo del precipicio. De cuál maleficio estará ahora librándose o cual ha provocado.

Historias con conclusiones inciertas. Tan incierta como el destino y la vida. Tan pasajera como la carne que se muestra llanamente frente al alma. Duda y mejor sonríe. No busques tormentas permanentes, afánate de acuerdo con tus virtudes y sentimientos. Busca el gran espíritu que habita en el corazón humano aunque eso te haga flaquear, regresar, subsistir, renacer.

Ernesto Ruz (lecr)
Villa de Zaragoza, Guatemala, marzo de 2005

1 comentario:

Paola dijo...

No estás solo


Hay momentos en la vida en los que la soledad nos invade por completo y hace de nuestra alma su guarida secreta. Sentimos no hay más nada por lo que deberíamos luchar ni hay más nadie que esté allí para ayudarnos a continuar. Es como si viviéramos en un mar, compuesto por personas, que por más agua que bebemos la sed no cesa y cada vez se va convirtiendo más insaciable.

Duele sentirse sólo aún rodeado de personas, duele secar lágrimas y que nadie esté allí para secarte las tuyas, sentir que todo es diferente, saber que no puedes hacer nada para evitarlo... Todo se torna gris y no hay forma de volver al pasado. Pasa el tiempo y continuamos tomando de aquella agua salada y nos encerramos en un mundo donde solo ella tiene cabida.

Nos cerramos ante la posibilidad de que gotas dulces viajen desde el
cielo para saciar nuestra sed. Y cuando ésta al fin cae, la pasamos por alto sin detenernos tan siquiera a darle una oportunidad.

No estamos solos en este mundo, allá afuera siempre habrá una persona dispuesta a escucharnos y a brindarnos su regazo, una persona que con fervor desee formar parte de nuestras vidas.

Así que dejemos de beber aquella agua salada, que solo nos hace sentir vacíos, y démosle una oportunidad al agua dulce para que nos llene por completo.

Preguntémonos cada día si las personas con las que estamos nos llenan o en verdad nos quitan, pues eso solo conduce a que nos sintamos vacíos.

En la vida siempre encontraremos personas que sabrán valorarnos, pero si nos encerramos con un solo grupo jamás la identificaremos... ¡Vive tu vida! que no estás solo, siempre hay alguien más...

Hoy solo puedo decirte Gracias por todo y que mejor este blog para hacertelo saber, cuidate